S.O.S. para empresarios y autónomos

La Junta Directiva de la Federación de Empresarios de la comarca de Puertollano ha mostrado su preocupación ante la grave situación de falta de agua que padece la comarca y la manera en que pueda afectar a la industria y a la población, al tiempo que ha lamentado los incrementos en la tasa y precio público del agua por parte de Ayuntamiento y Junta de Comunidades, que afecta sobremanera a determinados sectores de PYMES y comercios de Puertollano y comarca.

En su última reunión, la Junta Directiva expresó sus temores de que la falta de agua vuelva a reproducir los fantasmas de anteriores periodos de sequía en los que fueron necesarios aportes extraordinarios del pantano jienense del Jándula –no sin polémica – para mantener la actividad industrial y el suministro a la población.

Aunque no estamos oficialmente en sequía, la preocupación, sin embargo es latente a tenor de la falta de lluvias a la altura del año en que nos encontramos. El embalse Montoro se encuentra al 44 % de su capacidad y el Jándula se encuentra al 24 %.

Que no llueva no es culpa de nadie, pero que no se hayan hecho las infraestructuras hidráulicas necesarias para paliar los efectos de otra posible sequía, sí que está en el debe de las administraciones públicas: Utilización de las aguas del terciario para baldeo de calles, limitación de las pérdidas de agua en la red de tuberías, o la prometida instalación de la tubería de la llanura manchega, entre otras medidas de recirculación de las aguas que a nivel industrial iban a ser exigidas. Se trata de promesas y proyectos que quedaron en el olvido y que tristemente se vuelven ahora a reclamar con reproche.

Por otro lado, la administración regional aprobaba la semana pasada el controvertido o nuevo canon del agua. Un nuevo impuesto que se suma a los incrementos por el precio del suministro que ya pagamos todos los puertollanenses y acentuado en los establecimientos y negocios que en mayor medida consumen el líquido elemento (peluquerías, empresas agroalimentarias, talleres, hostelería…).

El nuevo canon impuesto aprobado por la Junta de Comunidades que se suma al precio público del agua aprobado por el Ayuntamiento de Puertollano, conlleva para uso no doméstico una cuota fija determinada en función del diámetro del contador, y un tipo de gravamen de la parte variable de la cuota de 0,50 €/m3 y para las industrias agroalimentarias de 0,30 €/m3 de agua consumida.

Este nuevo impuesto de La Junta estará destinado a la Inversión en Infraestructura del Ciclo Integral del Agua en la Región y a la Mejora de Ecosistemas Acuáticos. Entendemos que en nuestra comarca no se debiera aplicar el nuevo canon, ya que estamos pagando la Infraestructura del Ciclo Integral del Agua que se ejecutó por parte de Aquavir hace menos de un lustro. Los ciudadanos de Puertollano ya pagamos en nuestra factura del agua la repercusión de los costes de esa infraestructura.

En Puertollano se paga el agua más cara que en ningún municipio de la provincia de Ciudad Real debido a la inversión realizada en el Ciclo Integral del Agua de Puertollano. Sin embargo no se ha conseguido la optimización 100% de la red, ni el equilibrio en la utilización del agua del terciario. Ojalá al menos, el nuevo Impuesto de la Junta sirviera para adaptar nuestra red interior para que no se produjeran pérdidas de agua o permitiera invertir en la reutilización de las aguas residuales. Si no, siempre nos quedarán los fondos NEXT GENERATION.

Una vez más, las promesas para ayudar a las PYMES se las lleva el viento. Recordamos con amargura que después de la “prometida” revisión de la situación del precio del agua en Puertollano para intentar paliar el coste que supone para muchos negocios de nuestra localidad, el pleno aprobaba una nueva subida del canon en nuestro municipio hace menos de un año. Y ahora añadimos un nuevo canon por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Más tributos y una mayor fiscalidad a los gastos ya excesivos que sostienen los empresarios de esta comarca con la subida de la luz, los carburantes, el gas o las cotizaciones sociales, tras dos años catastróficos a consecuencia de la pandemia.