La Junta directiva de la Federación de empresarios de Puertollano y comarca celebraba la última reunión de este desdichado 2020 con un sentido y emotivo recuerdo hacia quienes han sufrido el COVID y sus consecuencias sanitarias directamente en su familia.
Una reunión online que sirvió para analizar el difícil año transcurrido en las PYMES, microempresas y autónomos de Puertollano, la falta de ayudas a fondo perdido para mantener los puestos de trabajo de emprendedores y autónomos y la falta de expectativas a corto plazo que hagan resurgir la economía.
Se habla de proyectos que llegarán a partir del próximo año, pero hay sectores que necesitan urgentemente de una respuesta social y ciudadana para sobrevivir al 2020 y poder continuar mirando con esperanza al 2021. Por eso FEPU viene manteniendo desde que se inició esta crisis consecuencia de la COVID, que el consumo y las compras de navidad se hagan en las tiendas de aquí. Aunque solo sea por la egoísta razón que a todos nos interesa: porque el dinero se quede aquí, porque revierte de nuevo en todos: en empleo, en impuestos, en alquileres de locales, en gasto, en proveedores…
Si antes de la pandemia, durante el estado de alarma y con la nueva normalidad hemos insistido en el convencimiento de que es urgente y necesario consumir en el pequeño comercio, en los establecimientos de proximidad, en las tiendas de nuestra ciudad, ahora que se acerca la Navidad en medio aún de la pandemia, volvemos a insistir y a reiterar el mismo mensaje: Debemos concienciarnos de que si gastamos y compramos en nuestras tiendas, si contratamos los servicios de nuestras empresas y si visitamos los bares y restaurantes de aquí estaremos contribuyendo a mantener los puestos de trabajo en la comarca. En definitiva el dinero que pagamos por cualquier servicio o producto revierte en empleo y en impuestos y en beneficio de nuestra ciudad o de nuestro pueblo.
Ha sido muy leve el movimiento económico que se ha detectado en estos meses, tras el levantamiento del estado de alarma, que prácticamente, con el mínimo consumo y la instalación y adaptación a las medidas de seguridad exigidas, no se ha visto compensado con el esfuerzo que ha tenido que hacer el pequeño comercio, los bares, restaurantes y pequeñas empresas en general.
Las restricciones han sido muchas y las ayudas recibidas han sido escasas y en la mayoría de los casos, han sido préstamos que hay que devolver.
FEPU vuelve a pedir a la población que nos concienciemos: que la compra por internet no se haga en esas plataformas que no pagan sus impuestos aquí, ni favorecen el empleo, ni hacen posible que la ciudad mantenga viva sus calles como lo hacen las tiendas y comercios de aquí.
Si la situación no mejora serán cientos de puestos de trabajo los que están en juego. Cientos de familias que se verían obligados a emigrar, a abandonar esta comarca nuestra. Debiera ser un mantra y de nosotros depende: Comprando aquí, en las tiendas de aquí, revierte en mí y en ti, que vives y quieres seguir viviendo aquí.
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